28 julio, 2008

Vivaldi y Bach dos músicos unidos por algunos lazos.

Antonio Lucio Vivaldi (Venecia, 4 de marzo de 1678 - Viena, 28 de julio de 1741). Compositor del alto barroco, apodado il prete rosso ("el cura rojo") por ser sacerdote y pelirrojo. Compuso unas 770 obras, entre las cuales se cuentan 477 concerti y 46 óperas; especialmente conocido a nivel popular por ser el autor de Las cuatro estaciones. Una de sus obras más conocidas son los primeros 4 de los 12 conciertos para violín de su Opus 8 denominados por Vivaldi como Il Cimento dell'Armonia e dell'invenzione (El Cimiento de la Armonía y la Invención), conciertos que fueron conocidos luego como Las cuatro estaciones.

Vivaldi está considerado como uno de los precursores de la música romántica. Sin embargo, no todos los músicos se mostraron tan entusiasmados con las obras del compositor italiano. Ígor Stravinski dijo de forma provocativa que Vivaldi "no había escrito cientos de conciertos, sino un único concierto repetido cientos de veces". Pero es precisamente, debido al establecimiento de la estructura del concierto con solista por parte de Vivialdi, que su desarrollo culminó con los Conciertos de Brandenburgo de J.S. Bach. La reputación de Vivaldi se impuso asimismo en Alemania, donde Johann Sebastian Bach analizó y transcribió numerosos conciertos de violín adaptándolos para el clave.

En este proceso, J.S. Bach desarrolló aún más la forma establecida por Vivaldi, aplicando nuevos principios como la polifonía y el uso de dos secciones en la exposición del tema (Forma Ternaria Compuesta).

Estaba solo al final de sus días, enfermo, muy desilusionado y casi sin dinero; no tenía voluntad ni fuerza para intentar un viaje a alguna ciudad, donde contara con amigos. Su enfermedad y su estado anímico lo vencieron, falleciendo en Viena, el 28 de julio de 1741, huésped en un hospital de pobres. Fue sepultado en el cementerio del mismo hospital, hoy desaparecido.

Johann Sebastian Bach perteneció a una de las más extraordinarias familias musicales de todos los tiempos. Por más de 200 años, la familia Bach produjo docenas de buenos ejecutantes y compositores (durante siete generaciones dio 52 músicos de importancia). Johann Sebastian nació en Eisenach el 21 de marzo de 1685 (el mismo año que Domenico Scarlatti y Haendel). La fecha de su nacimiento corresponde al calendario juliano, pues los alemanes aún no habían adaptado el calendario gregoriano, para el que la fecha era el 31 de marzo. Su madre, Maria Elisabetha Lämmerhirt, murió cuando él tenía 9 años de edad, y su padre —que ya le había dados las primeras lecciones de música— murió al año siguiente. El pequeño huérfano fue a vivir y estudiar con su hermano mayor (16 años más), Johann Christoph Bach, organista en Ohrdruf, una ciudad cercana. Ahí, aprendió teoría musical y composición, además de tocar el órgano, y aparentemente recibió valiosas enseñanzas de su hermano. La trascendencia de la música de Bach se debe, en gran parte, al alcance de su intelecto. Es conocido como el maestro supremo del contrapunto. Era capaz de entender y usar cualquier tipo de recurso musical existente en el barroco. Su capacidad para explotar y valorar los recursos, estilos y géneros musicales le permitió introducir importantes cambios de lenguaje instrumental. Así por ejemplo, podía tomar una composición italiana para varios instrumentos, como un concierto para violín, y transformarla en una obra para cémbalo solo. Mediante el estudio de intrincadas líneas melódicas, era capaz de reducir la compleja estructura de una fuga a varias voces y adaptarla para un instrumento como el violín o el violonchelo.
Bach murió de apoplejía a las 8 de la tarde del 28 de julio de 1750, después de una intervención quirúrgica fracasada en un ojo, realizada por un cirujano ambulante inglés llamado Taylor, que años después operaría a Händel, con resultados iguales. Bach había ido quedándose ciego hasta perder totalmente la vista. «He dicho que Dios le debe todo a Bach. Sin Bach, Dios sería un personaje de tercera clase. La
música de Bach es la única razón para pensar que el Universo no es un desastre total. Con Bach todo es profundo, real, nada es fingido. El compositor nos inspira sentimientos que no nos puede dar la literatura, porque Bach no tiene nada que ver con el lenguaje. Sin Bach yo sería un perfecto nihilista.» Émile Michel Cioran (escritor y filósofo de origen rumano).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, que tal? Envio el más juerguista y bullanguero saludo acompañado de una felicitación no menos animada y fraterna a los integrantes de la radio comunitaria ciudadana "99.1Frecuencia Libre", ya sean productores y consumidores, por su labor en la consolidación de la lucha altermundista y contrahegemónico. Considero que la estación es parte de un proyecto no sólo revolucionario sino evolutivo, ya que es genuinamente radical porque no se conforma con lograr simples modificaciones de forma, sino complejas transformaciones de fondo; entendiendo por radical (del latín radix) es aquello que va a la raíz, por lo que es imperativo distar este término de otros como fanático o extremista. Pero regresando, la "99.1, la transgresora" en su práctica, intenta ser coherente con sus propuestas, mismas que pretenden un cambio profundo de las estructuras sociales y políticas vigentes. Así que no me queda más que agadecer y exigir que nunca dejen de transmitir. Vale, salud y un par de alas, para que resistencia siga al aire, se entiende, no?

Anónimo dijo...

Estou conhecendo agora um pouco desta radio e estou gostando muito.è uma riqueza toda a proposta, além de tudo nos tranmite um pouco de nós na contrução da fraternidade.

Muito Obrigada por esse regalo.
Um abraço a todos e todas que se empenham nestre trabalho.

Monja Helem - Belo Horizonte MG Brasil